23 de junio de 2006

Publicidad engañosa

No es lo que parece
¿MÁS INTRIGA DE CURAS Y EVANGELIOS?... PUES NO, YA ERA HORA

Mi archienemigo el Maese Escriba, de quien no les había hablado aún, me hace llegar una denuncia por publicidad engañosa. Arguye el Maese que anuncio “La Rueca” como “libelo de pensamiento, cultura y opinión” (ver recuadro superior derecho), y que aún no ha visto nada a lo que pueda llamar cultura.

Supongo que buscará el Maese reseñas de teatro hipersurrealista o de pintores malditos… lamento decirle que no llega todo eso a mi aldea, y aunque llegara me seguiría pareciendo un concepto tan birrioso de arte que no lo comentaría. En su lugar hoy voy a hablar de literatura. O al menos de libros. Asunto que además me viene muy bien ya que aún no he hablado del Código da Vinci, y no hay sitio en la red donde no se encuentre alguna que otra referencia al susodicho.

En realidad respecto de tal obra voy a extenderme poco. Literariamente hablando (por no entrar en discusión religiosa): su argumento, estilo, construcción de personajes, verosimilitud, etcétera, se pueden resumir en tres palabras: Es una mierda.

Con esto concluyo la referencia al panfleto en cuestión y paso a la obra de la que les quería hablar. El otro día compré, no sin recelo, otro best-seller que se anunciaba con estas palabras “El libro que en Estados Unidos recomiendan leer tras El Código da Vinci”. “¡Más miedo! -me dije- ¡No sólo lo equiparan al bodrio del Dan Brown sino que además lo recomiendan en Estados Unidos!”.

A pesar de eso lo compré. “La Ecuación Dante”, rezaba el título. La autora una tal Jane Jensen. El resumen de la contraportada me pareció interesante, aunque no esperaba gran cosa. Me llamó la atención sobre todo que no anunciara secretos eclesiásticos sino judaicos. “¡Mira! –pensé- ¡esto sí que es raro! Vamos a ver por dónde sale”.

Total, que comencé con escepticismo, continué con interés creciente y terminé devorándolo en dos largas noches. No les voy a destripar el argumento, sólo les diré que el libro es mucho más de lo que anuncia. Se nos está vendiendo como una de tantas secuelas aprovechadas del panfleto davinciano lo que en realidad es una dignísima obra de ciencia ficción plausiblemente tramada, bastante bien ambientada, muy bien basada científicamente, suficientemente bien escrita, y desde luego mucho más digna de encomio y de lectura.

No está destinada, desde luego, a convertirse en ningún hito de la literatura estadounidense, pero al menos entretiene de forma convincente. Por favor, si alguien tiene la tentación de perder el tiempo con El Código Da Vinci, que lo pierda un poco menos y se lea La Ecuación Dante. Y que conste que no llevo comisión de la editorial.

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