5 de octubre de 2006

Como las Cerezas

Menudo empachoLlevo una semana enganchado al ordenador. No he comido. No he dormido. No he escrito en el blog. No me he cambiado de ropa. No he salido a comprar tabaco (para eso está Sigfried)…

¿Que a qué se debe esto? Pues verán, yo entré el jueves pasado en Google para buscar información sobre una película del nuevo hiperrealismo kazakistaní, y como una cosa lleva a la otra y en internet toda la información está entrelazada (de ahí lo de llamarla “red”), en este tiempo ya me he convertido en un experto en cine asiático, elaboración de la copra, gachas a la antigua, urbanismo nómada y geología subabisal. Y es que las páginas web son como las cerezas: coges una y se enganchan otras tres.

No sé a ustedes, pero a mí me parece impresionante. Todo está en internet. Absolutamente todo (fíjense, estoy incluso yo). O sea, introduces en el motor de búsqueda “Agujeros Para Canutos”… ¡y hasta eso te da resultado! Es muy fuerte.

Como a Kant el estudio de la moral, este hecho me suscita tres preguntas: ¿Quién introduce toda esa información? ¿Dónde se almacena? ¿La capacidad de internet tiene algún límite?

No hace falta que me respondan. Estoy seguro de que encontraré la respuesta en Google.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No te descuides, amigo escritor, y te conviertas en lapa junto al ordenador, que, salvando las distancias, así empezó don Quijote y mira cómo acabó.( Por cierto, muy bueno tu anterior post. Y confirmo algún comentario al mismo, que en mis tiempos mozos de interino yo también anduve por aquellos pagos)

Pero anda, ¡qué te entretienes con unas cosas!... Lo del cine kazakistaní no lo entiendo, francamente. Dónde esté Paco Martínez Soria…. Y lo de las gachas te lo podías haber ahorrado. Ningunas como las de mi pueblo. Cuando quieras te vienes por aquí y te las prepara mi mujer, que le salen para chuparse los dedos.Y en la lumbre,¿eh?

Ahora, que lo que yo quería decirte: Como se nota que tú no tienes que luchar a brazo partido con el DELPHOS (Programa informático para poner con más comodidad los NM y los PA de nuestros alumnillos – ya no saben que inventar para justificar el uso por parte de los sufridos docentes de los TIC en las ALTIAS de los coles -). ¿Tu Sigfried sabe infomática? En caso afirmativo a ver si me lo prestas un fin de semana, y me hecha una mano.

Pero es cierto, la información cae como las cerezas. El tiempo se diluye en la nada. Te metes un ratito después de cenar a consultar cualquier cosa y oyes cantar al gallo a menos que te descuides. ¡Vamos, que te vas a la cama media hora para no sentirte un vividor!

En cuánto a las preguntas que te haces, no eres tú solo. Me has dado qué pensar:

¿Qué quién introduce la información? No lo dudes: “La mano que mueve la cuna”

¿Qué dónde se almacena? Ahí me has pillado. Para mí, en confianza - ahora que los críos no están delante - la radio, la tele, el teléfono - en sus variedades de fijo y móvil – y no digamos el ordenador, me parecen lo mismo que el típico truco de la chistera y el conejo.

En cuánto a la tercera pregunta que ronda por tu magín yo pienso que tal vez sea como el Universo y que está en continua expansión.

Venga, un abrazo.

Anónimo dijo...

Pensé que era yo sólo el que tenía alguna que otra rareza. Ya veo que hay otros que no me van a a la zaga y se dedican a coger cerezas del árbol kazakistaní. (Cuando termine miraré por dónde queda ese árbol)

Lo de las cerezas de Internet no sé si de verdad es una ventaja o un enorme incoveniente porque al tener que seleccionar, la mayoría están pochas y resultan incomibles. Te recomendaría que Sigfried te echara una mano en esos menesteres, que para eso le pagas.

Y respecto a tu pregunta, creo que el mismo Kant se volvería tarumba: introducirla , eso lo desean casi todos, no importa luego dónde se almacene y la capacidad de Internet para admitir mentiras es infinita.

Es un consejo de la Dirección General de Des-información.

Saludos

Little Snail dijo...

Internet es tantas cosas...es algo que jamás nos imaginamos que pudiera existir y sin embargo ahora, casi ni recordamos que era de nosotros cuando no existia.

Esto es grandioso, mágico...por lo menos para mi, que soy una curiosa empedernida. Aunque no tanto como para indagar sobre el cine kazakistaní :P