4 de septiembre de 2006

Post-Vacacional

¿Y ahora cómo descanso de las vacaciones?
Mientras Sigfried deshace las maletas, lleva los bañadores al tinte y clasifica los recuerdos varios de nuestro periplo hispánico, que nos ha llevado de la serranía conquense a Guadalajara, pasando por Pamplona, Unquera (Cantabria), Orihuela y El Toboso (pero sólo por acortar, no se piensen), me siento de nuevo al teclado.

En tanto comienzo a reinstalarme mis recalcitrantes vecinos me preguntan con retintín por el síndrome postvacacional y las anchoas de Santoña, pero no me he traído ni uno ni otras. Que se fastidien.

Claro que, para fastidiarme a mí, han colocado sobre mi tejado un simpático invento pueblerino: el “Qué-sol-de-justicia-c’ace 2.0”, el cual mantiene la atmósfera del pueblo a la nada desdeñable temperatura de treinta y cinco grados. Luego se quejarán de que se les han secado los mirasoles.

Y mientras escribo, un cotidiano soniquete me recuerda que todo ha vuelto a la pérfida rutina: “Ha llegado el Juli, señora, el de todas las semanas. Vamos, parroquianas, que traigo melones, melones de Tomelloso, dulces como el caramelo. Melones, melones a cata y a raja. ¡Qué melones, señora!”.

Y así media hora.

¡Ay, Dios mío!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro de que después de tu largo periplo hayas vuelto a tu tejado y la Rueca esté nuevamente en funcionamiento, y además sin padecer el síndrome postvacacional.
Por aquí también vienen algunas veces los de los melones de Tomelloso, pero como no se entretienen tanto, son facilmente soportables.
En cuanto al “Qué-sol-de-justicia-c’ace 2.0”, en este pueblo no lo han instalado, sino que tenemos no sé qué versión del "en-cuanto-pasa-San-Roque-se-acabó-el-verano", por lo que pronto habrá que pensar en encender la estufa.
Bienvenido de nuevo y te seguiremos leyendo con fruición.

Anónimo dijo...

Bien hallado seas tras la vuelta por la Península en cuarenta y cinco días. Otros no hemos viajado tanto, que ya no está el cuerpo para trotes, pero volver, volver... también he vuelto a la escuela. ¡Y con parecida temperatura a la tuya! Menos mal que los chicotes no llegan hasta el día once. ¿Tendrás que contarnos muchas cosas, no?
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Dichosos los ojos que te ven....dijo un ciego..jajajajajaja BIENVENIDO...No te quejes de los melones...que por lo menos estan buenos...peor es estar escuchando todo el santo dia: "UNA MONEDITA SEÑORAAAAA.....QUE DIOS LE DE SALUD Y SUERTEEE....
Un abrazo

Anónimo dijo...

BIENVENIDO querido escritor. Ya pensaba que las fuerzas del mal, la especulación o simplemente Ramoncín al frente de una delegación de la SGAE habían ocupado tu tejado, pero no.

Has vuelto y, como lector asiduo y adimirador incondicional que soy tuyo, me llena de orgullo y satisfacción,jeje.

Un abrazo, y espero noticias.

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Querido Escritor en el tejado:
No sabía que fueras tan guapa. Ahora, viendo tu foto, pienso que tendríamos que conocernos en persona. Tú dirás cómo y cuándo.
Yo también me compré un "Qué-sol-de-justicia-c'ace 2.0" para calentarme el invierno pasado; lo que sucede es que no lo sé desencufar y cuando llamo al teléfono del fabricante suena un pitido como de fax y no lo cogen.

Anónimo dijo...

Ni me lo creía cuando al entrar en La Rueca mis ojos no toparon con "Viaje a la Serranía", 15.7.06. Como todos tus incondicionales, me alegro mucho de tu vuelta. Un abrazo.
Rosamunde.

Little Snail dijo...

Tu vuelves de vacaciones y yo recién descubro tu tejado, desde el que escribes ricamente y por el que yo empiezo mi casa.

Por cierto, qué lujo de vacaciones!!