19 de septiembre de 2006

No era tan tonto

El mío es igualito, pero más sucio
Una de las frases que se me quedaron grabadas durante mi infancia fue la siguiente: “Eres más tonto que Abundio, que vendió el coche para comprar gasolina”.

Ciertamente, a mí el comportamiento de Abundio me parecía totalmente absurdo. Pero es que en la infancia uno tiene sus necesidades cubiertas y puede dedicarse a filosofar cómodamente y al calor de la estufa, como Descartes.

Luego uno crece, acaba la carrera, empieza a trabajar y se compra su primer coche. Al principio no dejas de contemplarlo embelesado por la ventana, mientras todo te parecen facilidades y ventajas: Te vas de vacaciones donde quieres, te evitas esos incómodos trayectos en tren y autobús de tu época de estudiante, viajas oyendo la música que te apetece, e incluso el gasto en carburante se te antoja poca cosa… “No en vano me he comprado un diésel, que 'chupa' poco”, piensas orgulloso. Sí, sabes que además del gasoil el coche lleva otros “pequeños” gastos periódicos en mantenimiento, pero… “La cuestión es que ya tengo coche, ya soy un hombre”, sigues pensando como un pimpín…

Pero, ¡ah, amigo!, cuando el coche cumple su primer año de vida, y a lo largo del segundo, empiezas a percatarte de la realidad. Y te das cuenta de que en dos años, amen de pagar religiosamente las cuotas mensuales; te has gastado más de dos mil euros en el seguro, otros cuatrocientos en cambiar las ruedas, alrededor ciento cincuenta en cada revisión y cambio de aceite y filtros, una media de veinte euros semanales en gasoil, noventa euros de impuesto de circulación. Sin contar con otros gastos como aparcamiento, lavadero, lámparas que se funden… “y espérate que empiece a tener que pasarle la ITV”, te dices temblando.

De todo lo cual deduces que era verdad otra cosa que te decían en la infancia: Que ser adulto es trabajar para ganar lo suficiente como para poder seguir trabajando.

Definitivamente, Abundio no era tan tonto.

1 comentario:

Little Snail dijo...

Pues no era tan tonto no, pero desde luego hay gente que no tiene bastante con los gastos habituales que ocasiona un coche (eso teniendo suerte que además el coche te salga bueno y no te salgan averias tal como pisa el asfalto). No, hay gente que le sobra el dinero puesto que se dedican a "decorarlos" o mejor dicho a tunearlos, que si no se dice bien...

Claro esto lo ven los jefecillos del crudo y dicen, pues viva la Pepa!! Será que tampoco esta tan cara la gasolina!

Y asi andamos, que cada vez que respiramos nos suben la gasofa unos centimillos.

vamos de paseo, pi pi pi!! en un auto nuevo, pi pi pi!!