6 de septiembre de 2006

Matemáticas postvacacionales

ARTÍCULO ERUDITO Y DIDÁCTICO PARA
ILUSTRACIÓN DEL PÚBLICO EN GENERAL
Y REFUTACIÓN CIENTÍFICA DEL TAN CACAREADO SÍNDROME POSTVACACIONAL

Mi muy estimado D. Enrique Gallud, en su comentario a mi anterior artículo me otorgó graciosamente la personalidad de la señora o señorita de la fotografía, lo cual no deja de halagarme. No obstante he de decir que dicha imagen sólo es el resultado de una búsqueda de "postvacacional" en Google. He de aclarar que mi aspecto actual se parece más bien al monigote que ha aparecido al introducir en el mismo buscador la palabra "agobio", el cual pueden vuestras mercedes contemplar en la imagen de la izquierda.

Pero no me quejo, porque la culpa de mi agobio no es de ningún síndrome postmoderno inventado por ciertos psicólogos con afán de pingües ganancias. No señores, la culpa es exclusivamente de nuestras amigas las matemáticas. Sigan leyendo y hallarán el porqué, amén de aprender cosas muy interesantes.

Desde tiempos remotos se había creído que el trabajo aumentaba de forma azarosa, la gente que no tenía otro remedio se ponía a trabajar sin pararse a pensar en la naturaleza de sus tareas. Sin embargo, a partir del s. XVI, tras una lección magistral al respecto dictada por Fray Luis de León después de aquellas prolongadas "vacaciones" que terminaron con la frase "Decíamos ayer..." el mundillo académico se dividió en tres corrientes.

Por un lado los seguidores de Boecio creían que el trabajo aumenta en progresión natural o aritmética (una tarea se sucede a otra, sin más), tal y como defendía el filósofo en su "De Consolatione Mathematicarum".

Por otro lado estaban los que, siguiendo lo expuesto por Aristóteles en su libro segundo de la "paranoia", defendían que el trabajo aumenta en progresión geométrica (las tareas se multiplican por sí mismas durante el tiempo de descanso).

Finalmente la mayoría de exegetas, ateniéndose a lo escrito en el libro del Eclesiastés, aseveraban que el trabajo es vanidad sin fin, es decir, que aumenta eterna e inexorablemente ad infinitum.

Mientras tanto los iletrados seguían trabajando, convencidos de lo azaroso de su trabajo.

Así estaban las cosas hasta que en el s.XVIII el famoso jesuita y matemático portugués P. Manuel Do Souça Carvalho publicó su "Introduçao as ciencias do repouso e as suas derivaçoes no esprito" (libro sobradamente conocido por toda persona que se precie de mínimamente culta). En dicha obra el eclesiástico constató lo siguiente:

1.- La posición de Boecio es insostenible, dado que la experiencia nos dice que nadie tiene una única cosa que hacer en un momento dado.

2.- La defensa estricta y literal del texto del Eclesiastés, aunque cercana a la realidad, tampoco puede ser cierta, dado que hay gente que (inexplicablemente) consigue terminar su trabajo.

3.- La teoría de Aristóteles, si bien es atractiva, es demasiado simple. En efecto, no explica suficientemente por qué algunos tienen tan poco trabajo y otros se matan a trabajar sin parar. La diferencia entre ambos supera con creces la progresión geométrica.

4.- La postura tradicional se descarta directamente, porque la ciencia, desde Newton, nos enseña que en el universo todo está regido por unas leyes.

Por fin, tras arduas elucubraciones, el P. Do Souça formuló su acertada "Propiedad de Autogénesis Exponencial de los asuntos laborales pendientes acumulados durante las vacaciones", celebrada en su tiempo por toda la cristiandad y hoy comúnmente aceptada por toda la comunidad científica. Y, la verdad: ¿No les parece realmente asombrosa?

Bueno, para aquellos que no tengan a mano en este momento el libro del jesuita portugués, no estará demás repetir la fórmula de dicha propiedad, tal como la enunció el P. Do Souça: "Dado un número X de días de vacaciones (DV), los asuntos laborales pendientes acumulados (ALPA) que se encontrará el vacante a su vuelta será igual a la X potencia de X".

En lenguaje matemático la ecuación queda así: "X DV = X^X ALPA"

Es decir (por si aún no ha quedado claro):
-Cuando los DV son 2, el número de ALPA es de 4 (2 elevado a 2).
-Cuando los DV son 3, el número de ALPA es de 27 (3 elevado a 3).
-Cuando los DV son 4, el número de ALPA es de 256 (4 elevado a 4).

Imagínense, yo he tenido 35 DV, así que... lo siento, no voy a calcular mis ALPA, estoy demasiado ocupado intentando resolverlos o quitármelos de encima. Si alguien dispone de tiempo agradecería la aclaración.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Un cordial saludo al famoso jesuita y matemático del siglo XVIII.
Lo siento, pero yo también soy de letras, por lo que tendrás que buscar a otro que te calcule ese dato tan fundamental.
Espero que esa incógnita no te quite el sueño, pues sin duda la cantidad de sueño acumulada será inversamente proporcional al número de asuntos laborales pendientes acumulados resueltos satisfactoriamente.

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Muy buen artículo, aunque la explicación sobraba, porque no se me ocurre de nadie que no tenga en su casa el libro del jesuita portugués. De hecho, creo que hay una demostración científica irrefutable que asevera que sin tratados de jesuitas portugueses es imposible la vida en el planeta, al menos la basada en el carbono.

Anónimo dijo...

Una gran teoría.

Indudablemente el jesuita portugues no se equivoca en su fórmula y así constato con mi ejemplo que mis Asuntos pendientes superan hoy con creces el tiempo del que dispongo para resolverlos antes de las próximas vacaciones.

¿Y no será que cuando nos vamos de vacaciones sufrimos el sindrome "me importa todo una ......" y luego vienen los problemas?

Escritor, si tienes la oportunidad de hablar con el famosisimo jesuita portugues comentaselo de mi parte.

Un abrazp

Gubia dijo...

Cuando uno vuelve de vacaciones tiene que venir sin preocuparse por nada de nada. con las vacaciones que has tenido me parece fabuloso.disfruta de la vuelta tambien!

Anónimo dijo...

Perdonen, señores, mi error. De todos es sabido que el famos jesuita vivió en el Siglo XVIII.

Y yo que pretendía que el escritor le comentara mi sugerencia...

Me hice un lío con la epoca en que vivió el sabio por una errata que exisite en la fecha de uno de los textos manuscritos que obran en mi poder del famoso jesuita portugues (textos inéditos, por supuesto).

Mi ilusión me llevó a pensar que vivía entre nosostros.

Pido perdon a los eruditos.

Un saludo escritor

Little Snail dijo...

La calculadora científica del "ventanas" se vuelve loca al calcular tu ALPA, pero vamos...tiende al infinito.

Yo de ti, resolveria la ecuación de forma implícita, que a efectos prácticos viene a decir: que te vuelvas a escapar en cuanto puedas.

:P

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja,ja....
Para mí ha resultado sencillísimo resolver tu ecuación. Me he divertido tanto leyendo tu artículo, que me han pesaparecido de golpe todas las penas, con lo que los asuntos pendientes se reducen a NADA.¡La vida es bella!
Un abrazo como siempre.

Anónimo dijo...

, ja, ja,ja....
Para mí ha resultado sencillísimo resolver tu ecuación. Me he divertido tanto leyendo tu artículo, que me han pesaparecido de golpe todas las penas, con lo que los asuntos pendientes se reducen a NADA.¡La vida es bella!
Un abrazo como siempre.Rosamunde.
(Perdón, sigo teniendo problemas de edición)

Douce dijo...

Bienregresado sea, Sr.Escritor sobre el Tejado.

Ya veo que tras sus DV ahora se ve agobiado por las ALPA de los agobios pendientes.

Yo, que me siento incapaz de resolver esas ecuaciones de no sé qué grado, y que tanpoco tengo ese libro del Docto jesuita "Manuel Do Souça Carvalho e dos Grandes Expressos Europeos" resolví la papeleta de una manera mucho más sencilla.

Como sabía que por estas fechas, en todos los telediarios de este país de países, me iban a soltar ese rollo de la 'depresión postvacacional', que no deja de ser una publicidad subliminal que el Colegio de Psicólogos en Paro ha introducido para a ver si así logran clientes, resolví esa jesuítica ecuación del siguiente modo.

A sugerencia de Douce, eliminé las DV, y ambos nos dijimos: "Vamos a hacer que trabajamos, o sea que donde pone DV, ponemos DT y así reducimos los ALPA a lo que queramos.

O sea que si DV = 0 Zapatero, no tenemos nada que elevar , ni el cubo, ni el cuadrado, ni ná de ná.

¡Hala, a ALPA_rgatear!

Dulcinea dijo...

Jajajaa. Muy bueno. Gran tipo este jesuita archiconocido por sus tesis. pero me sigo "cagando en el síndrome post-vacacional" mil veces o dos mil.
¿mis asuntos pendientes? En fin...llegan hasta el techo, pues durante las vacaciones nadie ha hecho mi trabajo, y como dice otro de tus lectores blogueros, cuando estás apunto de cogerte las HolyDayssss, piensas...A la ...Mierda¡¡, ya lo haré a la vuelta...y luego pasa lo que pasa, que si el día acaba antes, que si no te acuerdas porque hiciste eso, o porqué dejaste de hacer lo otro...en fin...¡¡ Que vivan las JOLIDAYSSSS¡¡
Un saludo.

P.D: POr cierto, aprovecho para saludarte,presentarme, y felicitarte por tu blog, pues lo he estado cotilleando y me ha parecido muy interesante.
Si no te molesta,te seguiré visitando.

Nos vemos.

Anónimo dijo...

Querido escritor:
Aunque hace tiempo, desde su creación, que visito su tejado hasta el día de hoy no he dejado ningún comentario.
Y el motivo no es otro que mi gran sorpresa al relacionar su aspecto actual con el agobio, como bien sabido será por usted la palabra agobio deriva del latín gibber -eris, no teniendo otro significado que el de giba, joroba o carga. Siendo así que el agobiado o agobiada, es aquel que lleva dentro una joroba o giba.
Y así usted si de verdad siente agobio será porque tiene un sobrepeso o una chepa moral. No es difícil de pensar que en las vacaciones todos estamos más relajados y nos alimentamos mejor, pero respecto a la chepa cuide usted sus compañías que todo se pega.
Deshágase pronto de su agobio y recupere la normalidad.

Un saludo y hasta la próxima

Anónimo dijo...

Querido escritor:
Aunque hace tiempo, desde su creación, que visito su tejado hasta el día de hoy no he dejado ningún comentario.
Y el motivo no es otro que mi gran sorpresa al relacionar su aspecto actual con el agobio, como bien sabido será por usted la palabra agobio deriva del latín gibber -eris, no teniendo otro significado que el de giba, joroba o carga. Siendo así que el agobiado o agobiada, es aquel que lleva dentro una joroba o giba.
Y así usted si de verdad siente agobio será porque tiene un sobrepeso o una chepa moral. No es difícil de pensar que en las vacaciones todos estamos más relajados y nos alimentamos mejor, pero respecto a la chepa cuide usted sus compañías que todo se pega.
Deshágase pronto de su agobio y recupere la normalidad.

Un saludo y hasta la próxima