3 de octubre de 2007

Con dos leones por banda

Con dos leones por banda
Ayer estuve en Madrid, comprando casullas, que las que me ha dejado mi antecesor en Polvareda y Villareseca ya estaban viejas cuando el Cardenal Cisneros era monaguillo. Y un señor con mayordomo como yo no puede celebrar vestido de mamarracho.

Pero a lo que iba. Al salir del centro bajé por la Carrera de San Jerónimo, donde está el edificio ese donde trescientos personajes nos desgobiernan y encima nos cobran. Incluso me pareció ver al experto en economía doméstica (el de la despensa vacía y la compra sin pagar, ya saben).

He pasado por la puerta del Congreso muchas veces. Y siempre me he preguntado por qué los diputados entran y salen por esa especie de patio de vecinas lateral, en lugar de hacerlo por la puerta principal. Debe ser que, como en las iglesias, sólo la abren para los entierros y la procesión de la patrona (la Inmaculada Constitución).

Sin embargo, nunca me había fijado, hasta ayer -utilidad de los semáforos en rojo- en que los leones tienen debajo una inscripción. Como no pude leerla bien desde lejos, hoy la he buscado en la red, y me he encontrado esto:

Un león políticamente incorrecto
Por si no se lee bien, os lo transcribo: "Fundido con cañones tomados al enemigo en la guerra de África en 1860"

Se ve que ZP y el imán de la mezquita de Córdoba no se han fijado. Si no no se explica que no hayan quitado los leones, refundido el bronce de nuevo en cañones, y devuelto éstos con mil disculpas, un barril de pólvora y un ramo de alhelíes al rey de Marruecos, en aras de la reconciliación, la memoria histórica y la alianza de civilizaciones.

¡Válgame Dios, ya hasta los leones del congreso son políticamente incorrectos! ¿Quién lo iba a decir?

6 comentarios:

Kim Basinguer dijo...

Jamás me habia fijado en semejante cosa, pero tienes razón ¿que pasa ahora con la memoria historica?

Anónimo dijo...

Querido escritor, gracias por esa tarjeta de presentación de nuestros nobles leones.Yo tampoco me había fijado nunca en las inscripciones.

Pero ¿Por qué das ideas? Mira que si ZP conoce tu blog y te hace caso? De un mandril así podemos esperar cualquier cosa.

A propósito de la mención que haces sobre la traída y llevada "memoria histórica", el martes pasado yo también estuve en Madrid y, como de costumbre, me perdí por la sección de libros del Corte Inglés.

Alí me topé con un libro que acaba de salir y que me pareció muy interesante.No lo compré pero lo haré la próxima vez que me deje caer por allí. Lo que si hice al volver a casa fue buscar información sobre él.

Se titula "Yo tenía un camarada" y su autor es un tal César Alonso de los Ríos. Mando una de las reseñas a tu blog para ti o para cualquiera que le pueda interesar.





"Subtítulo: El pasado franquista de los maestros de la izquierda

Sinopsis:
Los miembros de la Generación del 36 publicaban en El País; apadrinaron la Transición y el PSOE; criaron camarillas y escuelas de pensamiento que todavía perviven encastilladas en las universidades y las editoriales… pero en su juventud vistieron camisa azul y cantaron la canción alemana Yo tenía un camarada. ¿Quiénes fueron sus camaradas y sus jefes? Para todos ellos José Antonio y Franco; para algunos, Mussolini; y para uno o dos de ellos, Hitler.

El escritor César Alonso de los Ríos, que ya descubrió las mentiras que Enrique Tierno Galván contó de sí mismo (familia hidalga de un pueblo de Soria, padre republicano, persecución en el franquismo…), desvela el pasado juvenil de una de las más longevas generaciones intelectuales: participaron en la guerra como intelectuales en la retaguardia, sin marchar al frente; obtuvieron todo tipo de privilegios en los años posteriores, desde cátedras a columnas en periódicos; y, mediante unas hábiles fintas en los años 60 y 70, acabaron convertidos en maestros de la izquierda. En ocasiones, medio siglo de gloria intelectual ininterrumpida.

Los miembros de la Generación del 36 estudiados por Alonso de los Ríos en Yo tenía un camarada son Pedro Laín Entralgo, con quien comienza el libro, Dionisio Ridruejo, Joaquín Ruiz-Giménez, Jaime Vicens i Vives, Gonzalo Torrente Ballester, José María Llanos, Antonio Tovar, José María de Areilza, José María Castellet, Alfonso Sastre y el menor de esta generación, Eduardo Haro Tecglen. Todos ellos fueron mimados al comienzo de sus carreras por el franquismo o la Falange.

El autor no se limita a recordar hechos innegables como el pasado de cada uno de ellos (Laín Entralgo eliminó de su bibliografía un libro que le acarreó premios en la España nacional: Valores morales del nacionalsindicalismo), sino que hace revelaciones asombrosas. Por ejemplo:
· El padre de la historiografía catalanista, Jaime Vicens i Vives, era pro-nazi y escribió artículos a favor del Eje y del III Reich en la revista Destino, fundada por falangistas catalanes en Burgos.
· El semanario Triunfo, en el que trabajaron él mismo y Haro Tecglen, fue convertida en la revista cultural de la izquierda por obra y dinero de un fascista belga exiliado en España.

Yo tenía un camarada. El pasado franquista de los maestros de la izquierda consiste en un ejercicio práctico de memoria histórica."

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Como mi Cuenca sigue sin existir, aún no se han enterado nuestros "prósceres" de la procesión que por San Mateo rememora la reconquista de ese nido de águilas. Como se enteren, el pendón de Alfonso VIII no vuelve a pisar la Plaza Mayor. Y la vaquilla de esas fechas y mismo evento, a hacer puñetas por maltrato animal. Menos mal que aún nadie ha demostrado lo que tengan que ver la cerveza y la zurra con el cambio climático.

Anónimo dijo...

yo aún diría más, ZP esta realizando contubernios con los masones, los comunistas y los moros para vender España a los catalanes y vascos.

¡España se rompe! ¡nuestra unidad de destino en lo universal se hunde!

Rictus Morte dijo...

Quizá vengan bien recordar estos versos:

Oigo Patria tu aflición
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón.

Ya han pasado unos añitos y, aunque no hayamos levantado mucho la cabeza, pasarán zapateros y no nos hundiremos.

Anónimo dijo...

Rictus Morte, tu optimismo te honra. saludos.