La única que ha comprendido en su correcto sentido la afirmación que hacía Sigfried en el artículo de ayer es nuestra nueva lectora Neira la Meiga. No es que las cuentas no me cuadren, pues aunque uno es de letras, ya tiene cierta práctica. No... Es que las cuentas "no me salen". Vamos, que donde hacen falta siete yo tengo tres.Pero no es eso de lo que quería hablar hoy, sino de la flamante Ley de Igualdad. Que me parece muy bien. Es más, me parece tan estupenda que no debería quedarse en una somera ordenanza sobre el número de mujeres y hombres en cargos públicos y listas electorarles. Como votantes que somos (Sigfried y yo), le exigimos al legislador que en dichas listas y cargos haya paridad de:
- Políticos corruptos y políticos honrados.
- Políticos estúpidos y políticos sabios.
- Políticos vendepatrias y políticos patriotas.
Y ya puestos a pedir: Igualdad entre el sueldo de los ministros y el salario mínimo interprofesional; igualdad entre las residencias oficiales y los minipisos; igualdad entre los coches oficiales y mi C3...
Lo que pasa es que, como dijo el filósofo Rudolf Von Lichtenkraut: "Todos somos iguales, pero unos más iguales que otros".
8 comentarios:
Ya que hay mujeres al 50%, que al menos la mitad sean guapas, porque ver a la Vicepresidenta Fernandez de la Vega, no es la gallega del otro día no...
O al menos, un 50% de inteligentes, que entre la de cultura con "ni pixi ni dixit" o el de exteriores, del que prefiero ni hablar.
Lo de las cuotas, que quiere usted, no termino de verlo claro.
un saludo
Tanto hablar de cuotas de hombres y mujeres y resulta que para una única institución en la que por naturaleza había esta cuota del 50%, el matrimonio, van y se cargan la cuota. No hay quien les entienda. Estos políticos están locos.
¡Hay, bonico! como acabo de decirle a tu mayordomo, decididamente debes pasar una temporadilla en Wudang. Que la meditación y el taichi son muy buenos, ya lo verás.
De paso, a la vuelta nos informas si allí hay un 50% de monjes y monjas. Mira tú que si los hijos de Han nos llevan la delantera...
acabo de darme cuenta del ¡Hay!. Perdón, ha sido un corpus. Léase¡Ay!.
Si es que escribo como un secretario de Ayuntamiento de quien fui medio novia( con dos dedos)y a veces meto fallos. ¡Ea!
Tía Clementa:
La veo muy influenciada por los esoterismos orientales (¡Ay con la New Age y similares!) Me parece muy bien que aconseje al Escritor (y a cualquiera de los visitantes del blog) relajarse interiormente pasando una temporada en un monasterio, pero para ello no hace falta irse a Oriente, despreciando lo que tenemos en casa y olvidando nuestras propias raíces religiosas.
Sin ánimo de exhaustividad, y citando sólo los de varones, le ofrezco una pequeña lista:
Silos, Leyre, Valle de los Caídos, Montserrat, Samos, Valvanera, Poblet, San Isidro de Dueñas, San Pedro de Cardeña, Oseira, Sobrado de los Monjes, Yuste, El Parral...
Don C. de U., ha olvidado usted San Miguel de las Victorias... y cierto sitio en un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme (creo que es San Benito de Huete), que últimamente está muy recomendado.
C.de U., hermoso, que yo no desprecio ningún lugar de mi España. Todos esos sitios que nombras seguro que ofrecen paz y tranquilidad espiritual y, desde luego, sale más barato y está más cerca. Pero debemos ampliar nuestros horizontes (yo estoy en ello) y me gusta lo que he leído ultimamente del Tao, de la filosofía china, del taichi ( que estoy por intentarlo). Así que lo que me parece bueno, lo recomiendo a los amigos. A ti también, hermoso.
Por cierto, señor cura, San Miguel de las Victorias es un lugar muy majo. Allí subí yo en peregrinación cuando era una cría, según contaba mi madre.Pero para meditar, sólo se puede en verano. En invierno debe hacer un frío... En cambio en Wudang, el tema de la calefacción lo tienen resuelto.Si hasta alumbraban con metano sus ciudades hace más de dos mil años.
Bueno, bonicos, que vayais donde más os guste. Si yo era por ayudar.
Lobetum:
Pues lamento informarle de una noticia que leí como hace un mes en "la cigüeña de la torre" y me han confirmado otras fuentes: en uno de los monasterios que cito, hace unos años admitieron como miembro de su Comunidad a una monja (creo que procedente de otro monasterio) y que viste hábito con capucha y no con velo. Sorprendente pero completamente cierto (aunque me supongo que no será ninguna sirena tentadora que ponga en peligro la virtud de sus compañeros).
En cuanto a lo de "San Benito" creo que el Escritor estaba pensando en el refrán ese de que vemos la MOTA en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro.
Publicar un comentario