
Ayer estuve en Madrid, comprando casullas, que las que me ha dejado mi antecesor en Polvareda y Villareseca ya estaban viejas cuando el Cardenal Cisneros era monaguillo. Y un señor con mayordomo como yo no puede celebrar vestido de mamarracho.
Pero a lo que iba. Al salir del centro bajé por la Carrera de San Jerónimo, donde está el edificio ese donde trescientos personajes nos desgobiernan y encima nos cobran. Incluso me pareció ver al experto en economía doméstica (el de la despensa vacía y la compra sin pagar, ya saben).
He pasado por la puerta del Congreso muchas veces. Y siempre me he preguntado por qué los diputados entran y salen por esa especie de patio de vecinas lateral, en lugar de hacerlo por la puerta principal. Debe ser que, como en las iglesias, sólo la abren para los entierros y la procesión de la patrona (la Inmaculada Constitución).
Sin embargo, nunca me había fijado, hasta ayer -utilidad de los semáforos en rojo- en que los leones tienen debajo una inscripción. Como no pude leerla bien desde lejos, hoy la he buscado en la red, y me he encontrado esto:

Por si no se lee bien, os lo transcribo:
"Fundido con cañones tomados al enemigo en la guerra de África en 1860"Se ve que ZP y el imán de la mezquita de Córdoba no se han fijado. Si no no se explica que no hayan quitado los leones, refundido el bronce de nuevo en cañones, y devuelto éstos con mil disculpas, un barril de pólvora y un ramo de alhelíes al rey de Marruecos, en aras de la reconciliación, la memoria histórica y la alianza de civilizaciones.
¡Válgame Dios, ya hasta los leones del congreso son políticamente incorrectos! ¿Quién lo iba a decir?